
¡Qué barbaridad! La velocidad máxima puede estar sobre los 300 Km/h y consume 8 pintas de gasolina (4 l.) en un minuto. Se trata de un motor Rolls Royce de aviación como los que equipaban a los Spitfire de la 2ª Guerra Mundial.
Nació como un Rolls Royce pero quedó destruido en un incendio y se reconstruyó bajo una nueva marca, creación de su inventor.
Lo peor es el sonido. Es igual que el de los cochecillos eléctricos que les traen los Reyes a los niños pequeños para que conduzcan su primer vehÃculo a motor
